lunes, 25 de octubre de 2010

Que la paz esté contigo

Era un viernes a las 20:00 hs y yo me encontraba dentro de una iglesia.
Jamás hubiera estado en mis planes asistir a la iglesia un viernes por la noche. Pero tenía que ir, era la confirmación de una amiga que quería que yo estuviera ahí.
Nos había invitado a mí y a otros amigos en común a asistir a este evento que tan importante resultaba para ella.
Yo había llegado a comprender el bautismo, los casamientos y hasta podía llegar a entender la comunión. Pero una invitación a una “confirmación” me descolocaba totalmente.
Antes que nada es importante aclarar, que una confirmación es, en palabras de Wikipedia uno de los siete sacramentos que administra la Iglesia Católica (también celebrado en otras denominaciones cristianas). Está considerado entre los sacramentos de iniciación cristiana siendo recibido en segundo lugar (tras el bautismo) o en cuarto (tras la Penitencia y la Eucaristía) en la Iglesia cristiana, sacramento por el que las personas bautizadas se integran de forma plena como miembros de la comunidad.
Espero que esto les haya aclarado un poco las dudas. De este modo podrán comprender un poco más, que se siente estar en una iglesia colmada de gente cantando al unísono canciones vivaces y alegres.
Al llegar, no sabíamos muy bien donde ubicarnos, pero dos amigas, con cancha en este tipo de eventos religiosos, nos condujeron hacia uno de los laterales de la iglesia, adelante, cerca del cura que comenzaría a recitar prontamente.
El lugar estaba lleno de esculturas, figuras humanas que se lucían por toda la iglesia. Por mi parte, no me resultaba cómodo ver la radiante y serena cara de María en contraste con la figura de su hijo Jesús, que se encontraba demacrado, atado y clavado sobre una cruz, con una cara que solo expresaba dolor y desolación, dejando flaquear su cuerpo sobre los trozos de madera.
Era solo una imagen, recordé…estábamos reunidos para celebrar.
Con esta descripción de mi estado de ánimo parece que jamás vi una iglesia ni desde afuera, pero la realidad es otra, conozco las iglesias, de chico iba a un colegio católico, leía fragmentos de la Biblia y casi hago la comunión…cosas que dejaron de importarme luego.
Pero solo quiero explicar como se siente uno ahí, como me sentía.
Edilicia y artísticamente es un lugar precioso. Las baldosas de mármol constituyen a la totalidad del piso de la iglesia, lo que le da un aspecto elegante, que se condice con las altas paredes de piedra de granito y las majestuosas columnas cilíndricas de gran altura extendidas hacia el lejano techo de forma semiesférica, que se encuentra adornado con múltiples imágenes de figuras y siluetas angelicales.
El cura empezó a hablar, yo me sentía enajenado, no solo porque sus palabras no me motivaban, sino porque no se configuraba un ambiente acogedor en la iglesia.
Me daba la sensación de estar en un lugar gélido y penoso…quizás el problema es que es demasiado espacioso… aunque había bastante gente…pero igual me puse a pensar…que bueno sería que muchos que no tienen hogar pudieran aprovechar tanto lujo, en esta como en cualquier otra iglesia del mundo… ¿Qué no dijo Jesús que difícilmente entraría un rico al reino de los cielos? Claro, entrarían sin la iglesia y sin las riquezas…no se, a veces dudo si Jesús es como me lo venden y pongo en tela de juicio la historia que nos cuentan del él, quizá simplemente fue el primer hombre revolucionario, cuya historia fue cambiada, transfigurada, convirtiéndose en un recorte de la realidad amoldado a los intereses propios de cada sociedad…tampoco sería algo inusual para estas épocas…
Perdón, estaba con la celebración, hoy festejamos una confirmación.
El cura seguía dando el sermón mientras el llanto de algún bebé (obligado a asistir al evento) se escuchaba por atrás, haciendo eco por las cuatro paredes de la iglesia.
El cura hablaba y la gente respondía al unísono…frases armadas, con poco significado para mí… ¿Por qué tenían que responder todos con las mismas frases como seres alienados? ¿No podía alguno revelarse y cambiar la frase o al menos el orden de las palabras? Eran robots, configurados para responder en un mismo momento, una misma frase, en un mismo tono.
Una amiga me miró con una sonrisa de complicidad y empezó a reír por lo bajo, casi intuitivamente la secundé…la risa se acrecentaba progresivamente y casi estalla en el momento en que la gente comenzaba a cantar canciones al estilo ABBA con letras religiosas.
Las mujeres competían por quien cantaba más fuerte, se notaba en sus rostros, en el énfasis que le ponían a cada estrofa, queriendo decir a gritos “yo soy más culta, yo me se el soundtrack completo”
Por un segundo transporté el cuerpo de una de las mujeres hacia el atril desde donde hablaba el cura, pero inmediatamente rechacé la idea. Una mujer jamás podría dar misa y mucho menos ser “papa” o “mama” en este caso, una mujer no tiene los mismos derechos, es solo un sujeto de compañía, y esto sucede en muchísimas religiones…Es la culpable, es justamente Eva, la que comió la manzana, la que se tienta ante lo desconocido, la que siente esa necesidad de saber lo que, no sabemos porque, no debemos saber.
Volví a la celebración, la fiesta, la iluminación espiritual.
Ahora había que rezar, el cura te condicionaba a rezarle a dios en silencio, las personas se arrodillaban y hasta alguna que otra lloraba…eso me dio algo de lastima…como en toda buena escena teatral siempre llega el momento melancólico.
Los confirmados se confirmaron…y luego llegó el momento más patético y extraño de toda la velada… la gente se comportaba rara, éramos todos amigos y familiares ahora…las personas empezaban a besarse en la mejilla a la par que exclamaban la frase “ que la paz esté contigo” mi amiga y yo nos tentamos de la risa y nos fuimos un poco pasmados…me imaginé ahora, en la calle, en una situación de peligro, me imagine siendo apuntado por un arma y visualicé a una de esas personas acercándose y dándome un beso.
Me imaginé también a mucha de esa gente pasando por los barrios marginados, entrando y saludando al resto con mensajes de paz y amor.
Rechacé esa idea también, en esta sociedad individualista lo veo medio imposible…pero en la iglesia nos queremos todos.
Al día siguiente chequeé mi bandeja de entrada, era un mensaje de Dios, me contaba una historia parecida a la de Abraham y su hijo Isaac, pero en esté relato no era Dios quien pedía a Abraham que matara a su hijo en señal de obediencia, sino que era el hijo de un hombre común y corriente quien debía ser asesinado para salvar a toda la humanidad.
El relato hacia una analogía con Dios, que al parecer sacrificó a su hijo para salvarnos a todos nosotros.
Esto me pareció algo extraño, porque el siguiente mail cadena que leí, hablaba del amor al prójimo y de que Dios me quería ante todas las cosas…pero que mandara el mensaje a veinte personas o me castigaría severamente.
Preferí buscar en Internet la teoría de que Dios y Jesús son en realidad una mala interpretación de la presencia extraterrestre en nuestro mundo…muchos podrían reírse de esta teoría, pero los argumentos no me parecen menos validos que los de las otras religiones…hay muchos documentos que dicen que nuestros orígenes se dieron a partir de seres de otros planeta, que con manipulación genética nos crearon a nosotros.
Y si, suena gracioso y podría ser objeto de burla…pero, a mí particularmente, me da más gracia la creencia en un hombre que vive en las nubes, que nos observa todo el tiempo, que nos impone reglas y que nos castiga terriblemente si nos portamos mal…pero que en fondo…nos ama.

De Gianluca Zonzini

1 comentario:

  1. ¡Muy buena la nota!
    Como charlamos en clase, me recordó a las notas del Periodismo Gonzo inventado por Hunter Thompson por la ingeniosa mezcla de información y opinión (fundamentada). Interesante también cierto aire de relato literario que atrapa al lector.
    Sdos.

    Emiliano.-

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