Decenas de colegios fueron tomados a fines del mes de agosto para cambiar el estado en el que se encontraban, siendo nuestro Normal 10 uno de los que en mejor estado está, el centro de estudiantes, que aún no está reconocido legalmente por las autoridades de la institución, decidió proponer en asambleas la toma del colegio, y los propios alumnos votaron afirmativamente esta decisión, pero al ver en más profundidad, la mayoría de los votos fueron de alumnos de años más jóvenes, como 1º o 2º, que sin comprender la lucha del CEN10, votó a favor sólo para no concurrir a clases y que no le pasen falta.
Luego de dos tomas con diferencias de pocos días, no hubo solución por parte de ministerio de educación, pero cada vez se juntaban más consecuencias para los alumnos, que teniendo un colegio en buen estado fue tomado con pocas excusas, sólo se obtuvo una semana ociosa que no produjo nada positivo para ninguna de las partes afectadas.
La lucha del CEN10 y demás colegios me resulta un reclamo coherente ya que se piensa en el presente y en el futuro de la educación pública, sin embargo la toma de colegio es contraproducente y no debe ser el modo porque por un lado se lucha por los derechos de los estudiantes pero por el otro se quitan muchos otros derechos al resto de los alumnos, docentes y personal no docente que trabajan en el establecimiento. Tampoco creo que tiene sentido el hecho de quedarse a dormir en un colegio por el que se reclama que “no se puede estudiar bien en él” por sus condiciones edilicias.
Finalizadas las tomas siguieron su lucha con marchas, eventos, etcétera sin perjudicar al resto del alumnado, lo cual es una medida más positiva y productiva quizás que atrincherarse en un colegio y dejar sin clases al resto.
Stefanía Zapata
Esta buena la nota Stefanía. Me parece bien que mas allá de poner tu posición personal acerca de la toma, hayas destacado que también había motivos de reclamo. Esto habla de una visión más amplia de las cosas y no solo el quedarse en la opinión propia.
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